Bienvenidos a Una ventana a Nueva York

Llevaba como semanas soñando con este, por fin ha llegado el día, el gran día. Empezamos esta nueva aventura, la aventura de Una ventana a Nueva York.

Desde de pequeño siempre quise ser algo en la vida, saber que estoy haciendo algo de provecho en este mundo. A mis 15 años, empiezo un gran proyecto.Seguramente muchos de los lectores que han entrado al blog, han empezado a leer la entrada y han visto que solo tengo 15 años, habrán salido, pero yo quiero dirigirme a tí, si a tí, a esa persona que a estas alturas de la entrada continua ahí detrás de la pantalla. Por fin he podido llevar a cabo uno de los tantos proyectos que tengo en mi mente. Adoro la ciudad de Nueva York, pero hará cosa de 1 año más o menos, después de ver varias veces repetidas (hasta cierto punto en el que llegas a saber los diálogos) los capítulo de Callejeros Viajeros Nueva York, Españoles en el Mundo Nueva York, Valencians pel Món Nueva York, Callejeros Viajeros Manhattan, Callejeros viajeros Brooklyn… decidí que estaba harto de ver lo mismo pero siempre bajo un nombre de programa diferente, siempre me enseñaban cosas que ya sabía y siempre era lo mismo. Un día me levanté y dije ¿Por qué no?

Hoy aquí día 24 de Junio, tengo el placer de inaugurar este Blog, un blog que quiero que os ayude a descubrir la ciudad de Nueva York de una manera diferente, un blog que no se ciña solo a los libros de Guías Turísticas que por muchas ediciones que creen siempre serán las mismas.

Desgraciadamente no he tenido la oportunidad de viajar a Nueva York, todavía. Desde los 10 años llevo ahorrando para poder realizar mi primer viaje a Nueva York con o sin compañía las 18 años. Nueva York, es un planazo para iros de viaje, da igual que sea solo, acompañado, con familia, viaje de negocios… Nueva York es diferente, es única.

Made in NY

Made in NY

Esta es una de las secciones de este Blog, se llama Made in NY. En este apartado y sección del blog pretendo enseñaros todo lo que esta realmente hecho en Nueva York, algo que lleve la etiqueta Made in NY. Os enseñaremos desde recetas hasta ropa hecha en esta preciosa ciudad.

Desde Nueva York con amor

Desde Nueva York con amor

Otra de las secciones que hoy tengo el placer de presentárosla, es esta: Desde Nueva York con amor. Esta sección lo que pretende es haceros a vosotros partícipes de este blog. Quiero que os sintáis Bloggers por un día. Como ya os he dicho antes, todavía no he tenido la oportunidad de visitar esta maravillosa ciudad, pero estoy seguro que muchos de vosotros ya la habrán visitado, esto va entonces para vosotros. Quiero dedicaros una entrada a cada uno de vosotros y a vuestro viaje. Quiero que me lo contéis, seréis editores de Una ventana a Nueva York durante un día.

Si queréis participar lo único que tenéis que hacer es enviarme un correo a unaventananuevayork@gmail.com poniendo de asunto ‘Desde Nueva York con amor’. Ponéis vuestro nombre y edad, y me contáis vuestra experiencia en la ciudad de Nueva York, y también la podéis animar con imágenes.

Espero que disfrutéis de este blog, al menos yo voy a disfrutarlo al máximo.

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Feliz lunes

Vicent

De visita al Zoológico de Central Park

 

 
 
 
 
La gente me suele decir que aparento más de la edad que tengo, pero no puedo evitar que a veces me salga la vena infantil y hoy es un día de esos. Nos vamos de visita al Zoológico de Nueva York que es de donde son los protagonistas de la película de Madagascar.
El Central Park Zoo no es solo para niños. Es un zoológico pequeño especializado en poquísimas especies que quizás sea la única vez en sus vidas que podrán ver directamente a los ojos. No estoy exagerando, por ejemplo, verán pingüinos en una pecera gigante y a temperatura ártica. Cuando entren a esta exhibición se sentirán dentro de una heladera y a la vez maravillados al observar cómo nadan estas aves provenientes de lo más profundo de Sudamérica.
Otra especie que podrán ver -incluso en pleno verano lo que sinceramente nos parece un crimen- es a una pareja de osos polares. Es cierto que tratan de darles un ambiente algo parecido a casa, pero definitivamente no lo es. Más allá de los cuestionamientos que tengamos a los zoológicos, éste trata de hacerlo bien, y se dedica con cariño a darles el mejor hábitat posible a sus huéspedes, y esto en pleno Central Park, en el corazón de Manhattan.

 

Este zoo fue abierto en 1860 como una reserva para animales salvajes, convirtiéndose en el primer zoológico de New York. Con el tiempo ha ido adquiriendo otros animales como las simpáticas focas y los leones marinos, siempre dispuestos a divertir a los visitantes.
Nuestra sugerencia es que programen su recorrido para ver cuando los cuidadores alimentan a los leones marinos, a las focas y a los pingüinos. En esa ocasión juegan con ellos, especialmente con las focas y los leones marinos que están entrenados para hacer trucos simples a cambio de sardinas, conviertiéndose en las favoritas de los visitantes. No se lo pueden perder. Para tener claros los horarios, apenas lleguen al parque revisen la programación de las comidas en el folleto que les darán, aunque suelen ser los siguientes 11:30 am, 2 pm y 4 pm.
El Zoológico de Central Park ha sido mencionado en novelas clásicas como El Guardian del Centeno (The Catcher in the Rye) de J. D. Salinger. Pero su estrellato definitivo lo logró con la película animada Madagascar, en donde es el hogar de estos animales que de pronto son catapultados desde Nueva York hasta África.
Importante: con la tarjeta New York Pass la entrada al Zoológico de Central Park ya está incluida. Aquí pueden obtenerla.
 
 

 

 

 

 

 

 

Feliz Día

El Manhattanhenge

Aviso para navegantes: Todos aquellos que vayan a visitar Nueva York en los próximos días que cambien su fecha si quieren vivir esto.

Para aquellos que se dejen caer esta semana por Nueva York les proponemos disfrutar de un curioso fenómeno que sólo se da dos veces al año en las calles neoyorquinas: El Manhattanhenge

Manhattanhenge es como se conoce al suceso por el cúal al atardecer el sol se alinea con las calles de Nueva York, de tal forma que la luz cruza las calles de oeste a este iluminando completamente las calles de Manhattan de norte a sur.

El martes 28 de Mayo a las 8:16pm se podrá observar como la mitad del sol se alinea perfectamente con las avenidas neoyorquinas, y el próximo miércoles 29 de Mayo a las 8:15 pm aproximadamente se podrá ver el fenómeno en su totalidad, así que si andas por Nueva York y hace un día despejado no te olvides de irte a una calle y ponerte a mirar hacía Nueva Jersey para ver el fenómeno en directo esta semana.

Los entendidos dicen que las mejores calles para poder disfrutar el fenómeno son la  14th (Union Square), 23th (mi querido Flatiron Building), 34th (El Empire State), 42th (Grand Central Terminal, el edificio Chrysler, desde mi parque favorito, Bryant Park o Times Square) y 57th (Rockefeller Center), y se recomienda que vayas a estos puntos media hora antes de la hora indicada para poder coger el mejor sitio para disfrutar de este fenómeno.
La próxima ocasión en que puede verse este curioso suceso será el próximo 12 de Julio. Más información en la web oficial del Hayden Planetarium del Museo de Historia Natural.
Ya sabéis entonces lo que tenéis que hacer.
Feliz día.

Los mejores Donuts de NY

En nuestra humilde opinión, los americanos son los reyes de los dulces. Desde bien pequeños hay una gran cultura hacia las cookies, cupcakes, y por supuesto… Los Donuts (o Doughnuts).
Homer Simpson no es el único que saliva cuando se pone en frente de esta deliciosa rosquilla. Aquí hay una verdadera pasión por ellos, y los hacen de todos los colores y sabores.
Aquí va nuestra recomendación.
1. Los carritos de la calle. 
Sí. Hemos sido atrevidos con darle la primera posición. La razón es muy simple. Calidad precio ganan al resto. Por dos dólares puedes llevarte tu café, tu Donut en su bolsita de cartón.
Además, hay casi uno en cada esquina durante las primeras horas de la mañana con lo que se hace aún más fácil.
2. Doughnut Plant.
Tienen dos tiendas. Una en 379 Grand Street en el Lower East Side y otra en Chelsea en el 220 W 23 St.
Nuestra recomendación es que os vayáis a este segundo, ya que está justo al lado del metro y además pegadito al Chelsea Hotel
3. Dough.
Muy de moda últimamente, por tener los Donuts más grandes de la ciudad. Si vais, coger el de Dulce de leche (ya puestos a comer una bomba calórica…)
Su local está en Brooklyn en la 305 de Franklin Ave
4. Baked by Butterfield.
1102 Lexington Ave, entre las calles 76 y 77. Si te encuentras en el Upper East Side esta es sin duda tu opción. Hacen los Donuts artesanales y no están fritos, con lo que te sientes un poco menos culpables al comerlos
Nuestro favoritos son el Black and White con el mismo chocolate que las galletas y el de red Velvet.
¿Lo malo? Que son adictivos, así que te cogerás alguno para llevar…

Baked by Butterfield

5. Dunkin´ Donuts.
Cadena famosa mundialmente. Y en NYC como os podéis imaginar al ser una cadena americana hay uno en cada calle. Lo incluimos en la lista del top 5 porque tienen bastante variedad, tienen siempre espacio para sentarse, su café es casi igual o mejor que los Donuts, y abren incluso 24 horas más de una de las tiendas, por si te entra antojo a las 4 de la mañana.

Dunkin´Donuts Downtown

 

Ahora me apetece un donuts.

Feliz día

El Chrysler Building

Una de las cosas que más me gusta de Nueva York, aparte de su encanto natural, son sus rascacielos. Eso debe ser porque en Gandía la altura media de los pisos es de 6 plantas como mucho. Así que hoy nos vamos de visita al Chrysley Building.
Finalizado en 1930, el edificio Chrysler es un símbolo distintivo de la ciudad de Nueva York, que mide 319 metros y está situado en el lado este de Manhattan en la intersección de la calle 42 y la Avenida Lexington. Construido originalmente por la corporación Chrysler, el edificio es actualmente copropiedad de TMW Real Estate y Tishman Speyer Properties. El edificio Chrysler fue diseñado por William van Alen para el contratista William H. Reynolds y posteriormente vendido a Walter P. Chrysler como sede central para su compañía.
En el momento en que se estaba levantando el edificio, los constructores de Nueva York se encontraban en una dura competición para construir el rascacielos más alto del mundo. El edificio Chrysler fue construido a una media de 4 plantas por semana y ningún trabajador murió durante su construcción. Apenas antes de su finalización, el edificio se encontraba igualado con el de Wall Street 40 de H. Craig Severance, este último agregó posteriormente dos pies a su edificio y reclamó el título de edificio más grande del mundo (esta distinción excluía a las estructuras, tal como por ejemplo la Torre Eiffel).
Van Alen previamente había conseguido permiso en secreto para construir una aguja, que fue construida dentro del edificio. La aguja de acero inoxidable Nirosta fue colocada en la cima del edificio una tarde de Noviembre de 1929 haciendo del edifico Chrysler no sólo el edificio más alto del mundo sino también la estructura más alta. Van Alen y Chrysler disfrutaron esta distinción durante menos de un año antes de que fuera entregada al Empire State Building. Desafortunadamente la satisfacción de Van Alen quedó empañada por la negativa de Walter Chrysler a pagar sus honorarios.
El edificio Chrysler es un magnífico ejemplo del estilo arquitectónico Art Deco, la ornamentación distintiva de la torre está basada en los tapacubos usados por entonces en los automóviles Chrysler.
El vestíbulo es igualmente elegante. Cuando el edificio se abrió por primera vez contaba con una galería de acceso público en la parte alta, esta galería fue sustituida pocos años más tarde por un restaurante, pero ninguna de estas dos iniciativas fueron capaces de ser económicamente sostenibles durante la gran depresión así que el originario mirador se convirtió en un club privado. Los pisos superiores del edificio son estrechos con techos inclinados y bajos, diseñados principalmente pensando en el aspecto exterior con interiores útiles únicamente para albergar emisoras de radio y otros equipamientos mecánicos y eléctricos.
El edificio Chrysler fue ignorado por los críticos del momento por su supuesta “frívola” decoración, que se apartaba del estricto funcionalismo modernista. El público general, sin embargo, rápidamente lo vio con admiración y afecto. Con el tiempo vino a ser considerado por muchos como la más bella expresión arquitectónica del auge de los años 20.
Más datos arquitectonicos
Los extremos de los principales relejes horizontales se realzan con esculturas decorativas, sobre planchas de acero reflectante. El cuello del rascacielos está decorado por ocho cabezas de águila, gárgolas de la modernidad.
El piso 30, que alberga el equipamiento técnico y por tanto carece de ventanas, posee un friso de ladrillo bicolor que representa ruedas de automóvil con sus tapacubos metálicos y sus guardabarros. Las esquinas están decoradas con inmensos tapones de radiador de automóviles Chrysler, inspirados en el casco alado de Mercurio.
El impacto visual del edificio reside tanto en la riqueza de las formas como en el empleo de los materiales, en particular las planchas metalicas, que reflejan la luz del sol.
La aguja, está construida a base de conos que encajan unos en otros, y no se parece a ninguna de las cimas de los rascacielos de la misma época, inspirados en la Exposición de las Artes Decorativas de Paris (1925). Esta aguja está mas relacionada con el expresionismo alemán, con los diseños utópicos de Bruno Taut y con los decorados del cine, como los de la película de Robert Wiene “El gabinete del doctor Caligari”.
Acoplar al edificio este “sombrero”, exigía una sutil organización de las fachadas, rimadas por una gran elevación vertical de tres tramos centrales, equilibrada por franjas horizontales cuya decoración posee la desmesura propia de la metrópoli neoyorquina.
El interior, aún mas impresionante que el exterior, donde destaca el vestíbulo, que conserva sus paredes de mármol africano con vetas rojas y un mural de Edward Trumbull que describe las glorias del transporte mundial.
Los ascensores, tambien mantienen la decoración original de felpa y madera contrachapada

 

La verdad es que con imágenes no se puede representar la belleza de este maravilloso edificio. Tal vez algún día lo podáis visitar conmigo, quién sabe =)
Feliz día

Un día de shopping en el Macy’s de NY

El shopping siempre se ha catalogado de algo única y exclusivamente de chicas, pero esta vez creo que no, es para él y para ella, es el templo de la moda, es la tienda más grande del mundo, sí, es Macy’s.

Macy’s es el nombre de la tienda más grande del mundo. Con un edificio que ocupa sumando todas sus plantas unos 195.000 metros cuadrados, Macy’s es un templo obligado del consumo en Manhattan. No podría ser de otra manera, siendo la ciudad considerada por muchos la capital del mundo occidental, en el país más poderoso económicamente del planeta.

Macy’s es una clásica tienda departamental con su sede principal en Herald Square, una mega tienda con el título de “la más grande del mundo” nada menos que desde el año 1924. Macy’s comparte el título con la tienda Harrods de Londres, aunque por sus dimensiones, no tiene nada que envidiar.

Macy’s, con su tienda central y su inconfundible estilo Art Decó, posee un edificio catalogado entre los edificios de Interés Histórico Nacional. La antigüedad es tal, que la tienda presenta curiosidades como una de las pocas escaleras eléctricas de madera en funcionamiento en la ciudad. Si bien la tienda Macy’s de Nueva York  es una de las más famosas, la cadena cuenta con unas 900 tiendas distribuidas por todo Estados Unidos, por lo que no será extraño encontrar alguna de ellas en puntos estratégicos en muchas ciudades del país.
Quizás a muchos, el nombre Macy’s le recuerde a los famosos desfiles que cada año desde 1924 se realizan por las calles del distrito patrocinados por la empresa. Además, cada 4 de julio, la compañía Macy’s financia un impresionante espectáculo de fuegos artificiales ininterrumpidos desde el año 1976. La empresa, es así no sólo un sitio comercial, sino un emblema del consumo y de la ciudad de Nueva York.

 

 

 

 

Un templo del shopping alucinante, ponerlo en vuestra lista de lugares indispensables cuando visitéis Nueva York.

Feliz día

Con el Ferry a Staten Island

Es mas que un medio de transporte, el ferry a Staten Island es una atracción en si misma. Un itinerario gratuito que te regala 25 minutos de viaje y vistas imperdibles de las islas Ellis, del Governador y la de la Estatua de la Libertad, así como de todo el Lower Manhattan, el puerto de Nueva York y el perfil de los rascacielos de la Gran Manzana.
Vale la pena despeinarse un poco aferrados a la barandilla, cargando cámaras y teléfonos para inmortalizar ese viaje. Para muchos miles, un simple trayecto de casa al trabajo, o a la rutina de “entrar” a Nueva York. Para nosotros, con los ojos cargados de curiosidad, será un largo momento de recoger tantas imágenes largamente vistas en el cine y en la tele.
En esta zona se han tejido miles de historias. Por ejemplo la de Cornelius Vanderbilt, el famoso millonario, que tuvo su primer negocio aquí a la edad de 16 años (invirtiendo 100 dólares que le prestó su madre), transportando carga entre Nueva York y Staten Island. Al finalizar su primer año en funcionamiento, le devolvió los 100 dólares… más 1.000 dólares extras.

 

En Nueva York el ferry a Staten Island sale desde la Terminal Whitehall en Battery Park (mapa) y termina su recorrido en la Terminal St.George en Staten Island (mapa). Desde allí hay mucho para ver: el Centro Cultural Snug, el Jardín Botánico, el Centro Newhouse de Arte Contemporáneo, la Colección Marítima Noble, el Museo para Niños de Staten Island, etc.
Siguiendo la calle Bank que recorre el frente marítimo (también se la conoce como “Esplanade“) tendrás unas magníficas vistas del sur de Manhattan. La misma calle te lleva al Estadio de los Yankees de Staten Island. No son los “famosos Yankees“ sino sus hermanos menores que juegan en otra división de la liga de béisbol. Su estadio es mucho mas pequeño, pero también mas accesible para visitar y ver algún entrenamiento.
Un poco mas adelante, en el paseo costero, está el Monumento de recuerdo a la tragedia del 11S de Nueva York. Desde aquí se obtuvieron algunas de las mas impresionantes perspectivas de aquel triste día. Es de mencionar que durante ese día, los ferries ayudaron a evacuar decenas de miles de personas trabajando en condiciones de visibilidad nula a causa del humo. Por unos cuantos días fueron utilizados únicamente como transportes de emergencia, trasladando equipos de rescate, maquinaria y equipos de ayuda.
La línea de ferries de Nueva York a Staten Island es servida por nueve barcos que pueden llevarhasta 60.000 pasajeros cada día (unos 20 millones al año). De lunes a viernes se realizan 109 cruces, en sábado unos 75 y los domingos “apenas” 68. Los barcos mas nuevos se sumaron en el 2004 y el 2005 y fueron construidos siguiendo el antiguo estilo romántico.
Un detalle a tener en cuenta: los lunes por la mañana no hay servicio desde Manhattan a Staten Island, en cambio hay servicios reforzados en el sentido contrario… cargados de empleados que van al centro a comenzar su semana laboral. Los servicios salen cada 30 minutos durante las 24 horas salvo entre los siguientes horarios en que hay servicios cada 15 minutos: De St.George a Whitehall Terminal de lunes a viernes entre las 06.00 y las 09.00 hs y de regreso los mismos días entre las 16.00 y las 20.00 hs.

 

 

Si queréis disfrutar al máximo la experiencia de ir en el ferry a Staten Island, cogerlo cuando quede muy poco para el anochecer.
Feliz dia

Una NewYorkCheescake por mi cumple =)

Hoy es mi cumple y no se si plantear-me-lo de forma positiva o negativa. La verdad es que cada año me gusta celebrar mi cumpleaños, pienso que es algo que se ha creado con un fin comercial, al igual que todas las fiestas. Tal vez me llaméis pesimista o que no soy enrollado pero es así. Después de 15 años celebrando mi cumpleaños, todavía no se que cara poner cuando te cantan ‘Cumpleaños feliz’. Después llegan los regalos, y si no te gusta tienes que poner una cara de como que te gusta, para que la otra persona no se sienta mal. Pero bueno, al final llega lo que más me gusta, el pastel, y es que a nadie le amarga un dulce. Me encanta el dulce, es mi pasión. Así que hoy como regalo por mi cumple os dejo la receta de la NewYork Cheescake.
Descripción: Tarta de queso al horno estilo americano, adaptada de esta receta de BBC Good Food
Preparación: 15 min
Cocción: 45 min
Raciones: 12
Valoración 5 sobre 1

Ingredientes

      Para la base:
    • Un paquete de galletas maria (o digestive)
    • 85 gr de mantequilla
Para el relleno:
    • 900 gr de queso crema, tipo philadelphia
    • 200 ml de crème fraîche (o yogur griego)
    • 250 gr de azúcar
    • 3 huevos
    • zumo de medio limón
    • 3 cucharadas soperas de harina de repostería
    • una pizca de vainilla
Para la salsa de frambuesa:
  • 300 gr de frambuesas (pueden ser congeladas)
  • zumo de medio limón
  • una hoja de gelatina
  • 3 cucharadas soperas de azúcar.

Preparación

  1. Precalentamos el horno a 200 º.
  2. Comenzamos preparando la base. Para ello, trituramos las galletas con ayuda de un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta obtener un polvo de galleta fino.
  3. Derretimos la mantequilla y mezclamos con la galleta en polvo (debe quedar como arena mojada). Cubrimos la base de un molde desmontable de 20 a 24 cm con papel de hornear, distribuimos encima la masa de galleta, presionando bien, e introducimos en el congelador mientras preparamos el relleno de nuestra tarta de queso.
  4. Batimos el queso crema con unas varillas, añadimos el azúcar, la crème fraîche (o el yogur), la vainilla, el limón y la harina, hasta obtener una pasta lisa. Añadimos a continuación los huevos de uno en uno, pero sin batir mucho, lo justo para que se incorporen pero no coja mucho aire la masa. Ponemos la mezcla de queso sobre la base de galletas que habíamos preparado previamente.
  5. Introducimos nuestra tarta de queso en el horno, y horneamos 10 minutos a 200 º C. Posteriormente bajamos la temperatura a 90 º C y horneamos durante 30 minutos más. El interior de la tarta, al moverlo, parecerá un flan.
  6. Una vez pasado este tiempo, dejamos la tarta de queso en el horno apagado varias horas. Una vez a temperatura ambiente la tarta, la llevamos al frigorífico hasta que esté totalmente fría (lo mejor es preparar la tarta de un día para otro).
  7. Por último preparamos la salsa de frambuesa. Hidratamos la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos.
  8. En un cazo aparte, calentamos las frambuesas lavadas con el zumo de limón y el azúcar, y removemos constantemente, triturando al mismo tiempo las frambuesas.
  9. Si os molestan las pepitas podéis colar la salsa de frambuesa antes del siguiente paso.
  10. Cuando la salsa de frambuesa esté bien caliente, y triturada a nuestro gusto, incorporamos la gelatina bien escurrida a esta mezcla, removiendo hasta que se disuelva totalmente.
  11. Distribuimos la salsa de frambuesa sobre la tarta y se metemos de nuevo en la nevera hasta que vayamos a consumirla.

Notas

No batir demasiado la mezcla del relleno, ya que entonces coge mucho aire y eso hace que la tarta se hinche y se rompa, además de hacerse más quebradiza.
También es importante dejar enfriar en el horno y no abrir la puerta en ningún momento, porque si no el centro de la tarta se hunde.
Esta receta la he sacado de uno de los mejores blogs de cocina La receta de la Felicidad
Feliz día y espero que intentéis hacer esta tarta =)

De visita al Guggenheim

Mucha gente cuando visita una ciudad pasa de los museos, yo personalmente no entiendo el porqué por eso si fuese a Nueva York, visitaría este pedazo de museo en medio de la Gran Urbe. Me voy a visitar el Guggenheim ¿Te vienes?
El Museo Guggenheim se encuentra entre la Quinta Avenida y la calle 89, al este de Central Park, y es más conocido en la “Gran Manzana” como elSolomon R. Guggenheim Museum.
El impulsor del Museo Guggenheim fue Solomon R. Guggenheim, que da nombre al museo, quien fue un multimillonario judío de origen suizo que, tras conocer en 1927 a la baronesa Hilla Rebay Von Ehrenwiesen, quedó totalmente contagiado por su pasión por el arte abstracto. Ello le llevó a ir adquiriendo obras a lo largo de todo el mundo, hasta hacerse con la mayor colección de Estados Unidos, a la que denominaron Non-Objective.

Para promocionar su colección creó la Fundación Solomon R. Guggenheim y el Museum of Non-Objective Painting en la Calle 54. Pero este local no era lo suficientemente grande, por lo que en 1943 se encargó el diseño del definitivo Museo Guggenheim al famoso arquitecto Frank Lloyd Wright.

Para la construcción del Museo Guggenheim, Wright se inspiró en un zigurat, templo piramidal de la antigua Mesopotamia, pero le dio una forma de caracola invertida. En su interior existe una sola galería de 800 metros que va ascendiendo en espiral gracias a una rampa helicoidal. Está construido básicamente con bloques de hormigón armado prefabricados, que en su interior están pintados en blanco para destacar las obras. En la parte superior del Museo Guggenheim un enorme tragaluz, realizado en vidrio y acero, aporta gran parte de la luz necesaria.
El Museo Guggenheim de Nueva York se inauguró en el año 1959, habiendo fallecido tanto su impulsor como su arquitecto. Aunque en sus inicios estuvo envuelto por la polémica y fue rechazado por los vecinos del Upper East Side, lo cierto es que hoy en día el Museo Guggenheim es uno de los más visitados de la ciudad, y posee un gran reconocimiento internacional.
Entre los tesoros que alberga el Solomon R. Guggenheim Museum se hallan obras de Kandinsky, Picasso, Modigliani, Chagall, Matisse, Braque, Miró, Pollock, Magritt o Van Gogh, aunque el edificio en sí ya constituye una auténtica obra de arte.

El Museo Guggenheim o Solomon R. Guggenheim Museum, se localiza en el 1071 de la Quinta Avenida (en la calle 89). Su horario de visita es de domingo a miércoles de 10:00 a 18:00 horas, los viernes cierra a las 17:45 horas y los sábados a las 19:45 horas. Permanece cerrado los jueves, el día de Acción de Gracias y el día de Navidad.

El precio o tarifa de las entradas al Museo Guggenheim es de 18 dólares; para estudiantes y mayores de 65 años será de 15 dólares y para menores de 12 años y los socios es gratuita.

 

 

 

 

Una visita indispensable si visitáis New York City.
Feliz día

El puete de Brooklyn

Si sois fans de esta ciudad, estoy seguro de que habréis visto muchísimos documentales para saber más y más ella todos empiezan igual ‘la ciudad que ha sido tantas veces fotografiadas que parece que ya has estado en ella’ y la verdad es que no se equivocan.
No hay duda, el puente de Brooklyn es el más icónico de Nueva York y quizás uno de los puentes más famosos del mundo. Cuando fue inaugurado en 1883 con sus 1825 metros de logitud, se convirtió en el puente colgante más largo del planeta. También marcó pauta al ser el primer puente suspendido por cables de acero, una adelanto definitivo en la ingeniería del siglo XIX.
El Puente de Brooklyn es uno de los 3 puentes que unen Manhattan con Brooklyn, los cuales podemos identificar con un simple truco mnemotécnico: recuerden las siglas BMW, que ordenan los puentes de sur a norte: Brooklyn Bridge, Manhattan Bridge, Williamsburg Bridge de los otros dos ya os los presentaremos próximamente en una entrada.
Este puente de estilo neogótico fue tan bien construido, que aún hoy está en uso. Una de las mejores actividades gratis en Nueva York es cruzar el Puente de Brooklyn caminando por su amplia plataforma peatonal (por abajo pasan los vehículos). Sentirán el viento sobre el East River y verán el sur de Manhattan desde una perspectiva insuperable es una sensación… magnífica. Les garantizamos que las fotos que aquí tomen serán uno de los mejores recuerdos. Deben tener en cuenta que por aquí también transitan ciclistas -y a altas velocidades- así que fíjense bien en las señales que indican el área designada a los peatones y manténganse en ella para evitar accidentes, se lo aconsejo.

 

Al llegar a Brooklyn pueden volverse a Manhattan por el metro o aventurarse de una vez en este magnífico distrito de Nueva York, cada vez más de moda. Una buena idea es recorrer DUMBO, entre los puentes de Brooklyn y el de Manhattan, y de allí tomar el nuevo East River Ferry para cruzar a Wall Street o para conocer otros puntos más al norte del río como Williamsburg.
Aunque hermoso, la historia de esta maravilla neogótica es bastante gris y con unas decenas de muertes en su haber además de otras tragedias. Para empezar, su construcción estuvo en manos de alrededor de 600 obreros inmigrantes, quienes debieron trabajar en condiciones muy peligrosas, especialmente aquellos que debían laborar en los cajones de madera armados bajo el agua para construir los cimientos de la torre. Más de 20 de ellos fallecieron por el síndrome de descompresión o “enfermedad de los buzos”. Esto sin contar aquellos accidentes ocurridos durante el armado de los cables de acero a gran altura.
El mismo ingeniero del puente, Washington Roebling, quedó postrado en cama por el síndrome de descompresión, limitándose a supervisar las obras desde la ventana de su apartamento en Brooklyn y con la ayuda de su esposa quien hacía las veces de enlace con los constructores.
En las películas, al igual que el Empire State, el Puente de Brooklyn es uno de los primeros objetivos de Godzilla y cualquier otro monstruo, invasores extraterrestres, meteoritos y terroristas. Son tantos los filmes en que lo hemos visto que no tiene sentido enumerarlos. Aunque sí hay una escena que nos encanta recordar, y es la escena final de Gangs of New York de Scorsese, una línea del tiempo de Nueva York donde el puente perdura a través de los años. Eso es el Brooklyn Bridge, el siglo XIX catapultado al siglo XXI.
Feliz día.